Técnica tradicional de acabado artesanal recuperada por Montblanc. Su realización se basa principalmente en un cepillado del disco de latón con una pasta abrasiva. La fabricación de las carátulas con la técnica de gratté-boisé incluye un total de treinta pasos, algunos guardados en secreto por la propia Montblanc. El proceso de realización de estas carátulas dura alrededor de un mes. El acabado gratté-boisé asemeja a los cristales de hielo que se encuentran en el interior de los glaciares. Otra particularidad de esta técnica es que, dado su proceso de fabricación, se consigue que no haya dos carátulas iguales en el mundo.
