Técnica desarrollada por Montblanc que permite el encastrado de las cajas al vacío. Esta tecnología aporta dos ventajas importantes. La primera, se evita la posible condensación de vapor de agua en la cara interior del reloj, algo que ocurre con cambios bruscos de temperatura y presión. La segunda, el estado de vacío en el interior de la caja garantiza un estado óptimo más largo de los componentes del movimiento al no existir el riesgo de oxidación.