
LOCURAS ANTIGUAS. La imaginación es cosa del pasado. Así nos lo demuestra Cartier con el Tank à Guichets, la entrega más reciente de la colección Cartier Privé. Lo increíble es descubrir lo fiel que es a un modelo de 1928 que ya tenía los mismos discos giratorios para indicar el tiempo. La versión en platino se distingue por la colocación en horizontal de las ventanas para que puedan consultarse de un modo más natural cuando el reloj se lleva en la mano derecha.