En relojería, la lectura analógica es la que realizan las manecillas en un espacio definido. La lectura digital es la que se hace a través de dígitos (guarismos). Con frecuencia se confunden los términos “reloj digital” y “reloj de cuarzo”, que, por lo general, no son lo mismo. La lectura digital del tiempo fue utilizada por los primeros relojes de cuarzo, mediante el uso de cristales líquidos, o LED, en las carátulas. Aunque esa lectura continúe existiendo en la actualidad, con otra tecnología, la mayoría de los relojes de cuarzo hace mucho tiempo que utilizan la lectura analógica del tiempo. Psicológicamente, está comprobado que esta lectura es más fácil de entender, al traducir en el espacio el tiempo pasado y el tiempo futuro. Por otro lado, desde siempre la relojería mecánica, además de la lectura analógica, utilizó indicaciones digitales: día, fecha, fases de luna, e, incluso, horas y minutos. En otras palabras, no todos los relojes de cuarzo son digitales, ni todos los relojes mecánicos son analógicos.