LUBRICAR

Las partes móviles de un reloj necesitan lubricación. Un reloj mecánico debe lubricarse con regularidad (en periodos de tres a cinco años, según las condiciones de uso). Los aceites siempre fueron el talón de Aquiles de la relojería. El avance en la calidad de los aceites ha sido de gran importancia en el siglo pasado y la relojería utiliza los aceites minerales más avanzados que ofrece el mercado, y se encuentra posicionada en la vanguardia de la investigación. Un reloj que tenga demasiado aceite es tan problemático como uno con poco aceite o con aceite deteriorado. Los calibres no utilizan el mismo aceite en sus variados componentes, y las marcas emplean diversos aceites, por lo que aceitar un reloj es una tarea altamente especializada. Se han realizado esfuerzos para eliminar totalmente el aceite de un calibre, a través de la utilización de materiales composites, como las cerámicas y el silicio que no tienen fricción.