Un día sideral (24 horas siderales) es el tiempo correspondiente a una rotación completa de la carátula celeste. O sea, el tiempo que dista entre dos pasajes consecutivos de una estrella, que no sea el Sol, por el meridiano de un lugar. Un día sideral tiene 23 horas, 56 minutos y 4.1 segundos y es más exacto que el día solar, siendo por esto utilizado en cálculos astronómicos y de determinación coordinada del tiempo.