Variante de la cerámica en cuya elaboración se han incorporado partículas metálicas con el fin de endurecer el objeto realizado. La combinación de estos compuestos (cerámica y metal) dan como resultado el nombre del producto. Los materiales de elaboración dependen de la empresa que los produzca. La base cerámica puede ser carburo de titanio o de silicio, como compuestos más comunes. En la fase de endurecimiento es cuando se aportan al componente los elementos metálicos, anteriormente níquel y hoy en día materiales basados en el titanio, el tungsteno y el molibdeno, principalmente. Su naturaleza le hace ser más duro que la cerámica tradicional, aunque su mayor rigidez y fragilidad a los cambios de temperatura obligan a que la pieza definitiva suela recibir un posterior tratamiento con recubrimiento DLC. Muy utilizado en herramientas de fricción (sierras, buriles, brocas), firmas como Hublot y Jaeger-LeCoultre ya lo han incorporado a sus catálogos como material de construcción de las cajas.