(1815-1875). Como todos los grandes relojeros, el triunfo de Ferdinand Adolph Lange fue fruto de una personalidad inquieta. En su juventud dudó entre dedicarse a la relojería o al periodismo. La primera de las pasiones lo llevó a aprender el oficio con el maestro Johann Christian F. Gutkaes, con cuya hija más tarde se casó. La segunda, a querer vivir experiencias en el extranjero que plasmaría en un interesante diario. A la vuelta de sus viajes, su inquietud vital lo motivó a crear una fábrica de relojes en Glashütte que ayudara a superar la crisis en la cual se encontraba su región de nacimiento: era el mejor modo de aprovechar los recursos proporcionados por las minas de metal próximas a la ciudad. Ferdinand Adolph Lange comenzó la aventura de crear la primera manufactura de Glashütte en 1845 con la ayuda de 15 aprendices. El éxito de la empresa llevó a que los hijos de Ferdinand Adolph (primero Richard y más tarde Emil) decidieran continuar el negocio de su padre, dando pie a la fundación en 1868 de la sociedad A. Lange & Söhne. En 1875 falleció el padre de la relojería sajona.
Lange, Ferdinand Adolph