LECOULTRE, ANTOINE

(1803-1881). Como marca la tradición en el valle de Joux, los ancestros de Antoine LeCoultre fueron hugonotes expulsados de Francia y refugiados en Suiza. El negocio del padre era una forja, donde adquirió unos conocimientos del tratamiento de metales que después desarrollaría en sus estudios de relojería en Ginebra. De vuelta al hogar, convirtió la forja familiar en un taller de fabricación de componentes (1833), lo que sería el origen de la manufactura. Antoine se caracterizó por ser un perfeccionista extremo. Un carácter que le llevó a construir una máquina para fabricar piñones (1833) y más adelante el Micrómetro (Millionomètre, 1840), instrumento esencial en relojería para construir componentes de precisión al permitir la medida en micrones. La buena marcha del negocio familiar llevó a Élie, el mayor de sus tres hijos, a convertir el taller en un sitio donde fabricar y ensamblar movimientos completos (1866, aunque la fabricación completa de relojes, incluyendo sus cajas, se retrasaría hasta 1928). Nacía así el concepto moderno de manufactura, donde la maquinaria es concebida y producida bajo un mismo techo. Aparte de su perseverancia, Antoine LeCoultre fue un relojero de gran capacidad, como demuestra la primera patente firmada por la casa: el remontoir de báscula, que permitía la carga y ajuste de las agujas a través de una misma corona (1847).

LeCoultre, Antoine