(1729-1826). Desde siempre han circulado diversas teorías acerca de quién inventó el reloj automático (Abraham-Louis Breguet citaba como tal a un monje del siglo XVI del cual se perdió el nombre), aunque la tradición suele nombrar a Abraham-Louis Perrelet como su creador. Nacido en Le Locle, Perrelet es un ejemplo de la rápida evolución que tuvo la relojería del Jura en la segunda mitad del siglo XVIII. La totalidad de su larga carrera se desarrolló en su región de origen, razón que explica el tiempo que se tardó en dar publicidad a su creación. Las primeras menciones conocidas aparecen en el diario del geólogo suizo Horace-Bénédict de Saussure (1778) y en una carta recibida en 1780 por Frédéric Samuel Osterwald, dueño de la Sociedad Tipográfica de Neuchâtel, que le envió Jacques Louis Perrot y donde se cita la invención, por parte de Perrelet, del mecanismo automático. La maestría del trabajo de Perrelet se puede observar en la pieza (completa y en perfecto estado) existente en el Museo Patek Philippe. Más allá de su carácter pionero, el reloj sorprende por su belleza y la contemporaneidad de su carga por masa oscilante. Perrelet fue además maestro de Abraham-Louis Breguet. Su nieto Louis-Frédéric Perrelet también fue un destacado relojero, al cual se cita como el inventor del cronógrafo rattrapante (1827).
Perrelet, Abraham-Louis