Término utilizado para un instrumento horario de gran precisión, empleado en los observatorios astronómicos. Pero también es un reloj que, además de la ecuación del tiempo, indica la fecha, las fases de la Luna, el movimiento de los planetas, de los satélites de Júpiter, el tiempo sideral, etc. Los primeros relojes mecánicos no eran para indicar las horas, sino la posición de los astros en el cielo. Como uno, construido por Jacopo de Dondi, en Padua, en 1344, y del que solo se tiene registro escrito. Los relojes astronómicos de Estrasburgo, Venecia o de Praga, todos modelos de originales ya desaparecidos, son actualmente los más conocidos. Giovanni de Dondi, hijo de Jacopo, hizo el célebre Astrarium, otro reloj astronómico de sala que fue destruido en un incendio pero del que quedaron los esquemas, por lo que en la actualidad existen varias réplicas del Astrarium en museos del tiempo y de la ciencia del mundo. La relojería fina, primero en los ejemplares de bolsillo, luego en los relojes de pulsera, trató hasta hoy las denominadas complicaciones astronómicas en modelos de rara belleza y muy complejos de realizar.