(1747-1823). Nacido en Neuchâtel, aunque desarrolló gran parte de su carrera en Francia. La lista de innovaciones relojeras desarrolladas por este gran maestro es inabarcable. En 1780 crea un sistema propio de carga automática, tres años más tarde un dispositivo sobre el que actualmente se basan los mecanismos de repetición. En 1790 será el turno del pare-chute para la protección de los elementos más delicados del calibre.

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Término francés traducible al español como ‘cepillado’. Hace referencia a un determinado acabado empleado en ciertos componentes de los calibres. Las finas líneas creadas por el cepillado, realizado mediante una rueda giratoria, hacen al brossage fácilmente identificable.

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Pequeña brújula utilizada por los relojeros para localizar piezas magnetizadas. Al aproximar la aguja, ésta detecta la pieza, que es atraída por una de sus extremidades y expulsada por la otra. El magnetismo desregula el funcionamiento de un reloj.

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Tipo de grabado originario de Italia y utilizado tradicionalmente en la decoración de armas. Su nombre procede de la herramienta utilizada en su realización, que podría traducirse al español como ‘punzón’. El grabado bullino se distingue por la gran calidad y detalle de los elementos y la sensación de profundidad conseguida en el dibujo.

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En el mundo de los cronógrafos está todavía la función denominada flyback, retour en vol, en francés. Se trata de un mecanismo de conteo de tiempos que se puede detener y hacer que retorne a cero con solo presionar un botón. Al soltarlo, la manecilla retoma su marcha automáticamente.

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