(1781-1866). Relojero francés considerado el inventor del cronógrafo. Aunque en términos históricos es complicado siempre hablar de quién fue el primero en fabricar ciertos dispositivos (ver Louis Moinet y su Compteur de tierces), en el caso de Rieussec se puede afirmar con rotundidad al solicitar él la patente de su invento en diciembre de 1821, al que bautiza con el nombre de “cronógrafo”. El dispositivo creado por Rieussec consiste en una caja con dos contadores (minutos y segundos) que comienzan a girar al activar un primer pulsador. Un segundo botón hace entrar en contacto los dos discos con apéndice superior impregnado de tinta que deja una marca sobre la superficie y permite saber así el tiempo transcurrido. La combinación de tiempo (cronos en su origen griego) y tinta (grafos para la designación en griego antiguo de la escritura) en su invento fue la razón elegida por Rieussec para llamar así a su creación. La historia dice que el invento fue una petición del hermano de Rieussec, Nicolas Joseph, uno de los grandes nombres de la hípica francesa y el cual necesitaba un instrumento para medir las carreras en las cuales participaban sus caballos. En aquellas mismas fechas, Breguet diseñó con el relojero inglés Frédérick Louis Fatton un sistema parecido de cronógrafo mediante impregnación, aunque en esta ocasión la tinta estaba depositada en una segunda aguja complementaria al segundero. Nicolas Mathieu Rieussec tuvo tiempo de presentar en 1837 una segunda patente para su invento en el cual aplicaba diferentes mejoras, entre ellas la adopción del sistema de aguja móvil y esfera fija.