Contenedor que protege el mecanismo del reloj del polvo, los golpes y la humedad. También da al reloj una apariencia atractiva, sujeta a la moda y al gusto del público. Los elementos siguientes forman las partes principales de la caja de un reloj de bolsillo: la caja propiamente dicha, denominada centro, canto o carrura, en la cual la máquina está fijada. Dicho canto va cerrado del lado de los puentes por la tapa de fondo (a veces, también por un guardapolvo o domo). Del lado de la carátula está cerrada por el bisel o luneta de cristal. Por el eje de la tija de remontar va soldado el pendiente o soporte de corona que consta de cabeza y cuello. El pendiente lleva la anilla o argolla, y es el cañón de dicho soporte. Las tapas de fondo, guardapolvos y las tapas de bisel pueden ir ajustadas a muescas, con charnela, bisagra o a rosca. La caja del reloj de bolsillo moderna (caja de cara abierta) se caracteriza por una gran apertura de la tapa de bisel y un grosor lo más reducido posible. El número 12 en la carátula está alineado con la tija de remontar. Este tipo de caja, la más popular de todas antes de la era de los relojes de pulsera, todavía se utiliza para los relojes que se usan con cadena, broche o clip. Según sus características, las diferentes formas de cajas se describen en las ilustraciones en la siguiente página.
VARIEDADES DE MODELOS ANTIGUOS
VARIEDADES CAJAS EN RELOJES DE PULSERA DE PULSERA
(SIGLOS XX Y XXI)