También nombrado como horas itálicas. Sistema de conteo de las horas en uso durante la Edad Media en Italia y aplicado a los primeros relojes mecánicos cuando éstos comenzaron a tener esfera. Son relojes con disposición de 24 horas cuyo inicio de indicación se ajusta de acuerdo a la puesta del sol. Esta particularidad obligaba a tener que realizar periódicos ajustes a lo largo del año debido al avance y retroceso de la hora de ocaso. Otra singularidad era la marcha de la aguja en sentido inverso a la de los relojes habituales, es decir, desplazándose a la izquierda. Las horas romanas fueron perdiendo presencia paulatinamente en beneficio de las horas francesas, más prácticas al contar el inicio del día desde el mediodía y no necesitar, por tanto, de ajustes a lo largo del año. La disposición de horas romanas puede disfrutarse en persona hoy en día en el reloj de la catedral de Florencia (Italia), cuya restauración ha contado con el patrocinio de Panerai.